PROVERBIOS 4:5-9

"Adquiere sabiduría , adquiere inteligencia;no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca; no la dejes y ella te guardara;amala, y te conservará.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría , y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Engrandécela ,y ella te engrandecerá, cuando tú la hayas abrazado.
Adorno de gracia dará a tu cabeza; corona de hermosura te entregará."(Proverbios 4:5-9)

TEOLOGIA

BIENVENIDOS A ESTA PAGINA EN LA QUE PODRÁS ENCONTRAR CONOCIMIENTOS DE TEOLOGÍA DENTRO DEL ESTUDIO  DE  NUESTRO  AMADO  JESUCRISTO.


DICCIONARIO BIBLICO


DICCIONARIO
TEOLOGICO

DOCTRINAS
EL HOMBRE

EL PECADO

LA CREACION

DOCTRINAS II
Las doctrinas que estudiaremos serán las siguientes:

1.       La doctrina de Dios.(Existencia,Naturaleza,Nombres)
2.       La doctrina de la Trinidad.(Historia,Naturaleza, Análisis de cada persona, Analogías e ilustraciones,Resumen)
3.       La doctrina de los Ángeles.(Ángeles, satanás,demonios)

PREFACIO 
“La vida del hombre gira alrededor de lo que piensa, y mayormente alrededor de lo que piensa Dios”.
David S. Clarck.

“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”

Pr. 23:7


El hombre siempre ha buscado respuestas a las preguntas básicas de la vida: “¿Qué propósito tiene la vida?,  ¿Existe realmente un Ser Supremo?, ¿Cómo surgió la vida humana?, ¿Cuál es el origen del Universo?, ¿Hay una vida después de la muerte?”.

Son los grandes interrogantes que han estado en la mente del hombre desde la antigüedad y hasta nuestros días. Pero ¿dónde hallar las respuestas a estas preguntas transcendentales?. La Biblia, la verdad revelada de Dios, nos proporciona las respuestas, no sólo a éstos interrogantes, sino a muchos más.

La Teología o doctrina bíblica nos muestra la verdad con respecto a Dios, al universo, al hombre, su origen y destino. De ahí la importancia y el valor que merece en el pensamiento y educación religiosa la teología bíblica. Desde el primer siglo y hasta nuestros días, el cristianismo ha proclamado su fe mediante credos o confesiones, que han servido como un marco doctrinal para proclamar y preservar la verdad de Dios para la humanidad.

A.      LA NATURALEZA DE LA DOCTRINA

El vocablo doctrina significa literalmente “enseñanza o instrucción”. Teología es la “ciencia que trata de Dios, de su naturaleza y de sus relaciones con el hombre y la creación”.

Se denomina ciencia a la teología porque consiste de hechos o verdades relacionadas con Dios y las cosas divinas, presentada de forma lógica y ordenada.

B.      EL VALOR DE LA DOCTRINA

-         El conocimiento doctrinal proporciona lo necesario para una exposición autorizada y sistemática de la verdad.

-         El conocimiento doctrinal protege del error y el engaño.

-         El conocimiento doctrinal es esencial para el desarrollo del carácter cristiano.

C.      EL SISTEMA DE LA DOCTRINA

Existen varios sistemas teológicos. Sin embargo en este módulo utilizaremos el método de la “teología bíblica sistemática”, que consiste en estudiar, organizar y clasificar las doctrinas de la Biblia, siguiendo el progreso de la verdad a través de los diversos libros sagrados.

Las doctrinas que estudiaremos serán las siguientes:

1.       La doctrina de Dios.
2.       La doctrina de la Trinidad.
3.       La doctrina de los Angeles.

 CAPITULO 1

LA DOCTRINA DE DIOS


BOSQUEJO

I.                    LA EXISTENCIA DE DIOS.
II.                  LA NATURALEZA DE DIOS.
III.                LOS NOMBRES DE DIOS.


INTRODUCCION


Vivimos en un universo cuya inmensidad y complejidad presupone que existe un poderoso Hacedor, y cuya belleza, designio y orden señala la presencia de un Sabio Legislador.

Podemos remontarnos en el tiempo, pasando de la causa al efecto, pero no podemos continuar retrocediendo para siempre sin admitir un “Ser Eterno”. Ese Ser Eterno es Dios, la causa y origen de todo lo bueno que existe.

I.                    LA EXISTENCIA DE DIOS

A.      CREENCIA ERRONEAS

1.       AGNOSTICISMO: De un vocablo griego que significa “desconocido” o “imposible de conocer”. El agnosticismo niega a la inteligencia humana, capacidad para conocer a Dios. “La mente finita no puede comprender lo infinito”, argumenta el agnóstico. Ignora que existe una diferencia entre conocer a Dios en sentido absoluto y conocer algunas cosas relativas a Dios.

2.       POLITEISMO: Este vocablo significa “creencia en muchos dioses”. Se basa en la idea de que el universo es gobernado no por una fuerza, sino por varias, de manera que hay un dios del agua, dios del fuego, dios de la naturaleza, y así sucesivamente. Esta creencia fue la consecuencia del paganismo, que hizo muchos dioses de objetos y fuerzas naturales.

3.       PANTEISMO: Palabra formada de dos vocablos griegos que significa “todo es Dios”. El panteísmo es un sistema filosófico o religioso de los que creen que la totalidad de la creación es el único. Todo es parte de Dios, y Dios vive y se expresa a sí mismo por medio de sustancias y fuerzas naturales.

4.        MATERIALISMO: Sistema que reduce a la materia todo cuanto existe, incluyendo el alma humana y Dios. Afirma que todas las fuerzas vivas, son simplemente propiedades de la materia.

5.        DEISMO: Doctrina filosófica que admite la existencia de un Dios como autor de la creación, pero que después de haber creado dejo todo para que se gobernara por sí mismo, sin intervención de su parte. No acepta la revelación de Dios, ni el culto a El.

6.       ATEISMO: Niega absolutamente la existencia de Dios.


B.      SU EXISTENCIA AFIRMADA

Nuestra comprensión de Dios no se debe basar en presuposiciones acerca de El, o cómo queremos nosotros que El sea. En lugar de esto, debemos creer en el Dios que es, y que ha decidido revelársenos en las Escrituras.

La idea que tengamos de Dios es importante, pero más importante aún es que esa idea corresponda a lo que Dios realmente es. La Biblia es la verdadera fuente de nuestro conocimiento de Dios. Es ella la que nos permite saber que Dios existe, y nos revela cómo es El.

En ninguna parte de las Sagradas Escrituras tratan de probar que Dios existe. En vez de hacerlo, comienza con su existencia como premisa fundamental: “ En el principio. . . Dios” DIOS ES!, El es el punto de partida. Se le asume como prueba evidente, como creencia natural e innata para el hombre.

En ninguna parte la Biblia enuncia una serie de pruebas metódicas o convencionales de su existencia como condición preliminar para la fe. Declara el hecho a través de sus acciones creadoras y providentes (Sal 19:1; Hch 17: 24-28). También revela su existencia al hablar y actuar por medio de sus siervos. Por último, se ha revelado claramente a sí mismo por medio de su hijo (Heb 1:1,2).


C.      SU EXISTENCIA DEMOSTRADA

Aunque las Escrituras no tratan de probar la existencia de Dios, si hay argumentos sólidos que demuestran razonablemente su existencia.

1.       Argumento Cosmológico: La razón nos dice que todo efecto debe tener una causa adecuada. El universo debe haber tenido un comienzo. “¿Cómo se originó todo?” la pregunta es normal, lógica. La Biblia afirma que la causa primera es el Dios Creador. “SIN EL”, no se puede explicar la existencia del cosmos y del hombre”.

2.       Argumento Universal: Toda la humanidad tiene una creencia innata de un Ser Supremo. Este argumento ha sido desafiado pero nunca refutado. La creencia de la existencia de Dios se ha esparcido tanto como la raza misma. Es evidente que el mismo Dios que creó la naturaleza y al hombre, también le hizo capaz de creer en su existencia.

3.       Argumento Antropológico: Del vocablo griego “anthropos”, que significa hombre. Ciencia que trata del hombre.

El hombre tiene una naturaleza moral, es decir, su vida es regulada por conceptos del bien y del mal. Tiene una creencia universal de lo que es recto y lo que es incorrecto. Esto nos indica que existe un Legislador que ha señalado un nivel de conducta para el hombre.

4.       Argumento Histórico: La marcha de los acontecimientos en la historia mundial proporcionan pruebas irrefutables de que existe una Providencia que los rige. “¿Quién puede negar que la mano de Dios esta presente en toda la historia de la humanidad?” (Sal 75:7; Dn 2:21; 5:21).

II.                  LA NATURALEZA DE DIOS

A.      “¿QUIÉN ES Y COMO ES DIOS?

DIOS. (del latín, Deus), es el único y verdadero Ser Supremo infinitamente bueno; la causa primera existe por sí, Espíritu Eterno, infinito, incondicionado, omnipotente, omnipresente, omnisciente, perfecto, santo e inmutable en su ser, sabiduría, justicia y verdad, absolutamente libre, que hace todas las cosas según el designio de propia voluntad.

B.      NADIE PUEDE DESCUBRIR A DIOS POR SUS PROPIOS METODOS

Dios mismo es el que se descubre. Lo que Dios mismo comunica sobre su Ser al hombre y pone en lenguaje humano para que éste lo pueda comprender, es la base de nuestro conocimiento. Así pues, la revelación de Dios tiene que ser “autorevelación”. Nuestro conocimiento de Dios se limita:

1.       A lo que Dios revela y
2.       A nuestra capacidad de comprensión.

No obstante podemos conocer a Dios. Sin saberlo todo acerca de El. Aunque no podamos conocer totalmente a Dios, sí lo podemos conocer verdadera y adecuadamente, porque El se ha “autorrevelado” en su Palabra.

C.      LOS ATRIBUTOS DE DIOS

Es necesario que tengamos un buen conocimiento de cómo es Dios y de cuáles son sus características.
Las características de Dios, expresadas como afirmaciones, son los atributos de Dios. Un atributo es algo que se conoce de Dios, algo que podemos afirmar acerca de su naturaleza. Es algo que podemos sostener como concreto y verdadero acerca de El.

Dios se ha dignado revelarse así mismo a través de sus atributos. Esos atributos los podemos clasificar por grupos, para un mejor análisis y una mejor comprensión.


1.       GRUPO: ATRIBUTOS NO RELACIONADOS O INCOMUNICABLES

Es decir, lo que Dios es en sí mismo, a parte de la creación. Los atributos no relacionados o incomunicables, hablan de la “trascendencia” de Dios.

a.       LA ASEIDAD DE DIOS ( QUE EXISTE POR SI MISMO): Cuando afirmamos esta verdad de Dios estamos aseverando que Dios existe por sí mismo y que no depende de ninguna cosa externa a El para que su existencia. No solamente es independiente en su ser: también lo es en todas sus acciones y virtudes. Esto hace que Dios no dependa de nada ni de nadie, sino que toda su creación dependa de El ( Ex 3:14; Jn 1:3; Heb 1:3).

b.      DIOS ES ESPIRITU ( Jn 4:24): Dios es un Espíritu con personalidad. Piensa, siente, habla y por lo tanto puede mantener comunicación con sus criaturas. Cómo Espíritu, es invisible y no está sujeto a las limitaciones que por tener cuerpo sufren los seres humanos. No posee miembros corporales; no es un ser compuesto de elementos materiales, ni está hecho de partes (Lc 24:39). De ahí que no pueda ser visto con ojos naturales (Jn 1:18).

Esto no indica que Dios no sea una persona o que viva una existencia indefinida, oscura e insubstancial. Dios es una persona verdadera y su personalidad se revela en la Biblia en un lenguaje que pueda ser entendido para nuestra mente finita; de ahí que las Escrituras hablen de Dios como si tuviera manos, brazos, ojos, oídos, boca, etc. Estas expresiones se denominan “antropomorfismos”.

c.       LA INMUTABILIDAD DE DIOS

Nosotros medimos nuestra existencia a base del tiempo; Dios no está limitado por el tiempo (Heb 13:8).

Los escritores bíblicos usan con frecuencia expresiones como “eterno”, “perdurable”“para siempre”, con el fin de mostrarnos la inmutabilidad de Dios (Is 40:12; Sal 113:2; Sal 90:2). Dios es siempre lo mismo, no tiene historia personal, ni evolución. No envejece y está excento de todo en su ser y en sus propósitos (Sal 102:27; Mt 3:6; Stg 1:17).

d.      DIOS ES INFINITO

Cuando hablamos de la infinitud de Dios, nos referimos a aquella perfección de El por la cual todo lo que pertenece a la naturaleza de Dios es inmensurable, incontable e infinito. Dios se extiende más allá de todo límite; él rebasa cualquier posibilidad de ser medido.

Este atributo presenta varios aspectos:

1.       La Inmensidad de Dios (Is 40:12).
2.       La Perfección Absoluta de Dios (Sal 18:30).

La infinitud de Dios califica a todos los demás atributos; es decir, Dios es infinito en su inmutabilidad, bondad, justicia, poder; en fin, en todo lo que El es.

e.       DIOS ES UNO (DT 6:4)

La unidad del único Dios Verdadero, era base fundamental de la fe judía en el A.T., y el mensaje distintivo, característico a un mundo que adoraba a muchos dioses.

Dios es una unidad singular y  simple. En ninguna manera la unidad de Dios contradice la Trinidad.

(En el tema de la Trinidad se analizará a fondo la unidad de Dios).


2. GRUPO: ATRIBUTOS RELACIONADOS O ACTIVOS DE DIOS

Son aquellos que se refieren a lo que Dios es en relación con la creación.


a.       DIOS ES OMNIPOTENTE

La omnipotencia de Dios significa dos cosas:

1.       Su libertad y poder para hacer lo que es consecuente con su naturaleza (Gn 18:4; Lc 1:37).

2.       Su control y poder sobre todo lo creado. (Heb 1:3).


b.   DIOS ES OMNIPRESENTE (Sal 139: 7-12)

El creador esta presente en toda su creación. No existe parte de la existencia   que no sea afectada por su presencia y punto alguno en el espacio que pueda evitar su influencia. “Su centro está en todas partes, su circunferencia en ninguna”. Es un Dios que trasciende el espacio.

c.   DIOS ES OMNISCIENTE (Sal 139: 1 – 6)
     
       Lo sabe y lo conoce todo. El conocimiento de Dios es perfecto, no tiene que           razonar o reflexionar, o descubrir cosas, o aprender gradualmente, puesto que, sus conocimientos con respecto al pasado, presente y futuro son instantáneos y eternos.

d.   DIOS ES SOBERANO (Hch 4:24)

Dios tiene absoluto derecho de gobernar y disponer de su creación según su voluntad. Como soberano, Dios es la Suprema Autoridad de todo el universo. Posee este derecho en virtud de su infinita superioridad, de su propiedad absoluta de todo, y de la dependencia total que todas las cosas tienen de El para su continuación. (1 Ti 6:15; Is 43:13) “Sin soberanía, Dios no puede ser Dios” (Is 43:13).

e.       DIOS ES SABIO (Rom 16:27)

La sabiduría de Dios es una combinación de su omnisciencia y omnipotencia. Tiene poder para aplicar sus conocimientos de una forma perfecta. “Dios hace siempre lo que corresponde, de la manera correcta, en el momento oportuno”.

Por eso se dice del Señor: “Bien lo ha hecho todo” (Sal 104:24; Pr 3:19; Ro 11:33; Col 2:3).
3.       GRUPO: ATRIBUTOS MORALES O COMUNICABLES

Son aquellos que tienen relación con el ser humano.

a.       DIOS ES AMOR (1 Jn 4:8)

Aunque no podemos afirmar que un atributo es más importante que otro, (puesto que los atributos de Dios se califican mutuamente), sin embargo, sí podemos decir que de los atributos comunicables el amor es considerado como el atributo central de Dios.

El amor de Dios tiene dos aspectos básicos, los cuales pueden ser presentados como atributos de Dios.

1.       La Gracia de Dios. La gracia de Dios es su actitud benevolente e inmerecida hacia el hombre (Ef 2:8; Jn 1:16; Ro 5:20).

2.       La Misericordia de Dios. La misericordia tiene que ver con la compasión y la paciencia de Dios hacia el pecador (Sal 33:5; 63:3; Tit 3:5)

b.      DIOS ES SANTO ( 1 P 1:15,16)

La santidad de Dios significa su absoluta pureza moral; no puede pecar ni tolerar el pecado. La raíz etimológica del vocablo “santo” es “separado”, “apartado”. Dios está separado del hombre en naturaleza y carácter. Dios es moralmente perfecto, el hombre es pecaminoso. Solamente Dios es santo en sí mismo (1 S 2:2; Is 6:3).

c.       DIOS ES BUENO (Sal 100:5; 11:68; Nah 1:7; Mt 19:17)

La bondad de Dios es ese atributo en razón del cual imparte vida y toda clase de bendiciones a sus criaturas.

d.      DIOS ES VERAZ (Jn 3:33; Ro 3:4)

La verdad no existe por sí sola, sino porque hay un Dios que es veraz, verdadero; por eso existe la verdad.
Este atributo es el que mejor distingue al verdadero Dios de los ídolos (Is 44:6,7;  47:21). Dios es veraz en su revelación. Lo conocemos por que dice la verdad en cuanto a sí mismo, en cuanto a su creación y en cuanto al hombre. Si Dios no fuera verdadero, entonces su revelación no sería confiable, jamás podríamos saber, y la situación existencial de la humanidad sería incierta.

e.       DIOS ES JUSTO (Gn 18:25; Sal 145:17, Is 11:15; Dn 9:14)

Toda idea de justicia debe basarse en la revelación de justicia como atributo de Dios. La justicia es la perfección de Dios en cuanto cumple con todas las normas que El se pone a sí mismo. No existe norma o ley por encima de Dios. La justicia de Dios es la base de todo gobierno moral en el mundo.

Se conoce tres aspectos de la justicia:

1.       La justicia rectora, que es la norma para juzgar al hombre.

2.       La justicia remunerativa, que se refiere al hecho de que Dios premia y recompensa según las condiciones y promesas que El mismo ha puesto.

3.       La justicia retributiva, la cual tiene que ver con los castigos que Dios impone como resultado del pecado.


III.                LOS NOMBRES DE DIOS

INTRODUCCION

Hoy en día, cuando elegimos nombres para nuestros hijos generalmente lo hacemos porque nos gusta cierto nombre en particular. Sin embargo, en tiempos bíblicos los judíos escogían los nombres con mucho cuidado. Para ellos, el nombre debía representar el carácter de la persona.

En la Biblia Dios ha querido revelarnos aspectos de su carácter a través de sus nombres.

Parece que una preocupación especial de Dios es su nombre. El hecho de que Dios tenga nombre y se interese en cuidarlo nos dice mucho acerca del carácter de Dios y de cómo debemos tratar el nombre de Dios.

Las Escrituras ponen énfasis en el hecho de que Dios se revela por sus nombres. Cuando hablamos de los “hombres” nos referimos a las auto-designaciones con que Dios se identifica para nosotros. Sus nombres son verdaderas revelaciones de su ser y de su relación con nosotros. Fueron escogidos por Dios mismo con el fin de que tengamos un conocimiento más claro de El.

Estudiaremos los nombres más empleados en la Biblia y los que se usan para acentuar la personalidad de Dios.

1.       EL. La raíz quiere decir “el primero en rango”, “el más alto”, “el superior”. Es un conjunto de nombres, que tienen como núcleo “El”, y se encuentra en las siguientes combinaciones:

2.       ELOHIM. “El Dios Creador”, “El Supremo de Todos y en Todos”. Es el primer nombre empleado en la Biblia (Gn 1:1). El nombre es “plural”. Esta forma plural es una referencia directa a la trinidad.

3.       ELYON. “El Altísimo” , “El Sublime”. Pone énfasis en la transcendencia de Dios.

4.       EL – SHADDAI. “El Todopoderoso”, “El Dios suficiente para las necesidades de su pueblo”. Este nombre da seguridad al creyente ya que revela el poder de Dios para cuidar a su pueblo.

5.       EL – OLAM. “El Dios Eterno”, “El Alfa y la Omega”.

6.       JEHOVA. Procede del verbo “Ser” o “Vivir”, y abarca los tres tiempos gramaticales: pasado, presente y futuro. El nombre significa “el Dios que tiene existencia propia”.

Jehová, es el nombre principal y más común de Dios. Aparece 6.823 veces en la Biblia.

Este nombre señala una relación espacial entre Dios y su pueblo. Con este nombre como fundamento nos dirigimos a Dios.

Los siguientes nueve nombres son compuestos de Jehová.

7.       JEHOVA – JIREH. “Jehová Proveerá”.

8.       JEHOVA – NISSI. “Jehová mi bandera o estandarte”.

9.       JEHOVA – SHALOM. “Jehová es Paz”:

10.   JEHOVA – SABAOTH. “Jehová de los ejércitos o de las huestes”.

11.   JEHOVA – MACCADESCHCEM. “Jehová tu santificador”.

12.   JEHOVA – ROHI (RAAH). “Jehová es mi pastor”:

13.   JEHOVA – TSIDKENU.  “Jehová, justicia nuestra”.

14.   JEHOVA – SAMA. “Jehová esta presente”:

15.   JEHOVA – RAFA. “Jehová nuestro sanador”.

16.   ADONAI.  “Señor”. Tiene connotación de “gobernante, el que rige”.  Dios es el Señor de toda la tierra. Para los judíos es el nombre más sagrado de Dios.

Nota: Los anteriores nombres todos son el A.T., es decir, son nombres Hebreos. Los estudiaremos a continuación son nombres del N.T. , o sea, nombres Griegos.

17.   THEOS. “El Dios Verdadero”. El vocablo griego “Theos” traduce todas las combinaciones del nombre hebreos “EL”. Es el nombre más usado en el N.T. , y generalmente se utiliza para distinguir al Dios Verdadero de un dios falso. Hch 17: 24-25; 1 Co 8:5,6).

18.   PATER. “Padre”. Es el nombre que sobresale en el Nuevo Testamento. Se emplea en varios sentidos:

a.       Para designar a la primera persona de la trinidad (1 Jn 5:7).

b.      Para hacer resaltar la relación especial entre el Padre y el Hijo, especialmente en la obra de la salvación (Jn 3:35; 5:20; 10:30).

c.       Para sugerir la nueva relación que el creyente tiene con Dios como resultado de la obra de Cristo. (Ro 8:15; Ef 2:18; Gl 4:6).

19.   KIRIOS (O KURIOS) “Señor”; “Amo”; “Dueño absoluto”.

Es el nombre griego que se emplea para traducir ADONAI del A.T. (Ro 14:9). Este nombre tomó una importancia especial en los primeros tres siglos de la iglesia cristiana , pues los emperadores romanos se autoproclamaban “dioses”, y en el saludo a ellos se debía decir “Cesar es señor”. Los cristianos en todo lugar o circunstancia, aún ante las autoridades romanas, proclamaban siempre “Cristo es Señor” (Hch 2:36; 17:24; Ro 10:9).






CAPITULO 2


LA TRINIDAD DE DIOS

INTRODUCCION

Hablar de la trinidad es entrar en la esencia misma del ministerio de Dios. La doctrina de la trinidad es mucho más que una formulación doctrinal. Es un misterio, pero a la vez una realidad que pertenece a la misma naturaleza de Dios.

Cuando decimos que es un misterio, no queremos decir que sea una doctrina imposible de entender; mas bien que es difícil de comprender totalmente, puesto que tratamos de describir la existencia del Dios Todopoderoso. Es difícil encontrar un vocablo humano por medio del cual explicar exactamente la trinidad de Dios.

Siendo, pues, esta doctrina un misterio, no se puede pensar en ella como resultado de argumento o investigación académica; más bien es el fruto de un encuentro con Dios que se presenta en las Escrituras como Trino, creámoslo o no. sabemos que Dios es trino, porque así se nos presenta Dios en la Escrituras. El dice: “Así Soy”, y nosotros afirmamos entonces: “Sí, Señor, así eres” . No es conclusión nuestra, sino una respuesta a la autorrevelación de Dios en su Palabra.

Debemos admitir que la palabra “trinidad”  no está en la Biblia. Se trata de una expresión teológica. Ello no significa, obviamente, que por tal razón la doctrina no sea bíblica.

Esto es algo parecido al hecho de que la palabra “Biblia” no aparece tampoco en ningún pasaje bíblico. O, para tomar otro ejemplo,  que el libro de Ester no se nombra a Dios. Pero aunque tales expresiones no aparezcan, seria absurdo decir que por ello la Biblia no es Biblia, y que Dios no existe o no es real en el relato del libro de Ester. Algo similar ocurre también con la expresión “pentecostal”, que no se utiliza nunca específicamente, pero que se deriva de la palabra “pentecostés” que si se menciona en el libro de los Hechos ( Ver 1ª Jn 5:7, donde si se menciona en relación con la divinidad). Así que, el negar la doctrina de la trinidad porque tal expresión no aparece en la Biblia, no es ni siquiera un argumento lógico o razonable.
La Biblia revela clara y explícitamente la doctrina de la trinidad. El Dios que se nos revela en la Biblia se nos presenta como trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y aunque no podamos comprender totalmente la profundidad de esta verdad, si podemos saber que así es Dios porque así se nos revela.

I.                    HISTORIA DE LA DOCTRINA

Indudablemente la doctrina de la trinidad ha sido una de las más difíciles de formular. Por tal motivo resulta más que importante conocer el desarrollo histórico de la doctrina.

Después de que la iglesia estableció el canon de las Escrituras y su autoridad, la doctrina de la trinidad fue una de las primeras que la iglesia primitiva se intereso por definir.

Son dos las herejías que provocaron las controversias en los primeros siglos de la teología cristiana: la monarquía y la arriana. (Las controversias no fueron del todo dañinas, porque Dios por medio de ellas enseñó a la iglesia cómo definir y preservar la verdad).

a.       La Monarquiana. El monarquianismo, como forma de error, data de la última parte del segundo siglo (170 – 190). Fue Tertuliano quien le dio este nombre a la herejía. Las intenciones iniciales del monarquianismo era defender la unidad de Dios contra el politeísmo, pero esto les llevó a negar la trinidad personal de Dios, o sea, una trinidad de personas. La idea fue primeramente promulgada por un tal Teodoto, quien enseñaba que Dios adoptó a Cristo como su hijo, y que Dios se revela como una energía o poder divino en Jesús.

Otro tipo de monarquianismo es el comúnmente llamado “Sabelianismo”. Se le llamó  así por sus principales promotores, Sabelio, quien dio la forma final a esta equivocada enseñanza de la trinidad.

El Sabelianismo pretendía proteger la unidad y singularidad de Dios, pero negando la distinción entre las tres personas de la trinidad. Enseñó que Dios se reveló de tres distintas maneras o modos. Según esta doctrina, cada persona de la Trinidad es solamente un modo de su revelación.

En la iglesia moderna, el sabelianismo esta relacionado con el “modalismo” o la manera de experimentar a Dios. A veces, dicen los modalistas modernos, lo experimentamos como Padre, en otras ocasiones como Hijo, y también como el Espíritu Santo. Las personas de la Deidad son, pues, modos de nuestra experiencia de Dios.

Otra herejía moderna que ha surgido del Sabelianismo es el “Triteísmo”.  Esta doctrina sostiene que la trinidad consiste en tres Dioses separados, pero que actúan mutuamente.

b.      El Arrianismo. El arrianismo (de Arrio, presbítero de la Iglesia de Alejandría) niega la divinidad del Hijo y del Espíritu Santo. Lo que ellos enseñaban es, más o menos, lo que enseñan es, más o menos, lo que enseñan hoy en día los Testigos de Jehová. El Hijo es un ser creado, tiene su principio y por ello no es, de ninguna manera, Dios. El Espíritu Santo tampoco es Dios. Es la “energía” o “fuerza activa” de Dios, pero no es persona, y menos persona divina.

La primera respuesta, y de mayor influencia, a estas herejías fue la de Tertuliano (160 – 250). Su formulación proveyó el fundamento para la respuesta final que la iglesia, por medio de sus credos, daría al mundo.

Tertuliano insistió en que hay solamente una naturaleza divina y que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tienen en común esta sola naturaleza divina. Son separados y distintos, sin embargo cuanto a su persona. Entonces, hay solamente una naturaleza divina y tres personas divinas.

En la historia del desarrollo de la doctrina bíblica de la trinidad se destaca una de las figuras en la historia de la teología cristiana: Atanacio (300 – 373). Se opuso a las doctrinas de Arrio y sostuvo una larga lucha por el concepto correcto de la trinidad.

Atanacio, jugó un papel importante en el  Concilio de Nicea y en la formación del Credo de Nicea. Este concilio fue el primero que formuló oficialmente la doctrina de la Trinidad, y el credo formulado por el mismo Atanacio, sigue siendo la expresión oficial de la iglesia relativa a la doctrina de la Trinidad.

Nota:  Lo que hoy conocemos como “nuestras doctrinas fundamentales”, se derivan de los credos Apostólicos, el de Atanacio, el de Nicea y el Romano Antiguo. De hecho, estos credos están basados en la doctrina bíblica.


EL CREDO DE ATANACIO

Adoramos a un Dios es la trinidad, y la trinidad en la unidad, sin confundir las personas, ni separar la substancia, puesto que la persona del Padre es una, y la del Hijo otra, y la del Espíritu Santo otra. Empero del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo hay solo  una divinidad, igual gloria y majestad co-eterna. Lo que es el Padre, también lo es el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre es increado, el Hijo es increado, el Espíritu Santo es increado. El Padre es inmenso, el Hijo es inmenso, el Espíritu es inmenso. El Padre es eterno, el Hijo es eterno, el Espíritu Santo es eterno. Y sin embargo, no hay tres eternos, sino uno solamente. De manera que no hay tres seres increados, no hay tres seres inmensos, sino un solo ser increado, un solo ser inmenso. De igual manera el Padre es omnipotente, el Hijo es omnipotente, el Espíritu es omnipotente. Y sin embargo, no existen tres seres omnipotentes, sino un solo ser omnipotente. De manera que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Y sin embargo, no existen tres Dioses, sino un solo Dios. De igual manera el Padre es Señor, el Hijo es Señor y el Espíritu Santo es Señor. Y sin embargo, no hay tres Señores, sino uno solo. Así como nos vemos obligados en honor a la verdad cristiana a afirma que cada una de las personas particularmente es Señor o Dios, así también nos vemos imposibilitados de decir que hay tres Dioses o Señores. El Padre no fue hecho de nadie, no fue creado, no fue engendrado. El Hijo salió del Padre solamente, no fue hecho, ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo salió del Padre y del Hijo. No  fue hecho, ni creado, ni engrendrado, sino que procede de ellos. Por lo tanto, hay solo un Padre y no tres; un solo Hijo; y no tres; un solo Espíritu Santo y no tres. Y en esta trinidad no existe nada primero ni postrero; nada mayor o menor. Empero las tres personas co-eternas son co-iguales o mutuamente iguales entre sí; de manera que a través de todo, como se ha dicho arriba, tanto la unidad en la trinidad como la trinidad en la unidad deben adorarse.

EL CREDO DE NICEA

Creemos en un solo Dios Padre omnipotente, creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles; y en un solo Señor Jesucristo Hijo de Dios, nacido unigénito del Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero, engendrado no hecho, con sustancia al Padre, por quien todas las cosas fueron hechas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió y se encarnó, se hizo hombre, padeció, y resucitó al tercer día, subió a los cielos y a de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Y en el Espíritu Santo.

EL FIN DEL ASUNTO.

Aunque en la iglesia siempre ha habido herejías, todavía existen, la doctrina de la trinidad quedó afirmada en una serie de concilios que la definieron cuidadosamente.

Los concilios son de Constantinopla en 381, de Efeso en 431, y de Calcedonia en 451. Los dos últimos, sin embargo, no se ocuparon tanto de la doctrina de la trinidad como de la persona y las naturalezas de Cristo, doctrinas íntimamente relacionadas con la doctrina de la trinidad. Fue realmente el concilio de Constantinopla el que dio fin a la formulación de la doctrina.

La obra del gran teólogo africano Agustín de Hipona (354 – 430), fue pieza fundamental en la formulación del credo de este concilio. Agustín de Hipona, defendió la doctrina de la Trinidad y logró darle una expresión teológica en un tratado, que es considerado el mejor tratado sobre la Trinidad hasta hoy.

II.                  DEMOSTRACION BIBLICA DE LA DOCTRINA

En la sección anterior estudiamos la trinidad desde un enfoque histórico. Ahora estudiaremos la doctrina a la luz de toda la Biblia. Sería imposible conocer la doctrina de la trinidad, si no fuera por revelación. Esa revelación o auto revelación, se encuentra en las Escrituras. Dios se nos presenta en la Biblia como un Dios Trino.



A.      ANTIGUO TESTAMENTO

El antiguo testamento, enseña claramente el monoteísmo, es decir, el hecho de que existe solamente un Dios verdadero. Los textos y las referencias son sumamente claros. Tenemos por ejemplo, la famosa “Shema” (Oye) de Dt 6:4. (Los cristianos trinitarios, somos monoteístas de la índole más estricta).

Sin embargo, así como el A.T. , afirma que existe un solo Dios verdadero, también afirma claramente la trinidad del único Dios.

1.       El primer nombre usado por Dios: “Elohim”. Este nombre en el idioma hebreo está en plural pero unido a un verbo singular. Así que, para el judío estaba claro que Jehová era Uno, pero que a la vez existía una pluralidad de personalidad de personas en la divinidad (Elohim).

2.       La creación del hombre (Gn 1:26) “Hagamos; “Nuestra Semejanza”.

3.       La expulsión del Edén (Gn 3:22). “Como uno de nosotros”.

4.       La confusión de Babel (Gn 11:7). “Descendamos y confundamos”.

5.       Los Salmos Mesiánicos (Sal 110:1), (Sal 2:2,7). “... Jehová y su ungido”, “Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú...”

6.       Las enseñanzas de en Proverbios. (Pr 30:4) “¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si lo sabes?”

7.       La revelación de Isaías (Is 6:2,8). “Santo (Padre), Santo (Hijo), Santo (Espíritu Santo), (¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”.

8.       Las expresiones proféticas (Is 63: 9,10). “El fue angustiado, y el ángel de su faz”, “Hicieron enojar su Espíritu Santo”. (Is 52:13 “He aquí mi Siervo...”). (Is 53:1 “¿Quién a creído a nuestro anuncio?”).

9.       Las referencias acerca del Espíritu Santo como persona distinta al Padre y al Hijo (Gn 1:2, 6:3; Neh 9:20; Job 33:4; Sal 51:11; 104:30; 139:7; Is 42:1: “He aquí mi Siervo... he puesto sobre él mi Espíritu”)
Aunque la doctrina de la Trinidad no estaba plenamente definida en el A.T., ¿quién en su sano juicio podría negar la realidad de un Dios Trino, cuando de una u otra manera se hace mención en tantos pasajes bíblicos?.

B.      NUEVO TESTAMENTO

Los cristianos primitivos consideraban como base o fundamento de su fe la verdad de la unidad de Dios. Pero al mismo tiempo tenían la revelación palpable de la Trinidad. El Padre envió al hijo, y el Padre y el Hijo enviaron al Espíritu Santo.

De manera entonces que para los escritores inspirados del N.T., estaba muy claro que Dios es uno, y que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Dios el Padre era una realidad para ellos; Dios el Hijo era una realidad para ellos y así también lo era Dios el Espíritu Santo. La conclusión para ellos era obvia, de que en la divinidad existe una unidad pero a la vez una trinidad misteriosa, en la cual hay una distinción de personas, distinción que se reveló claramente en la obra divina de la redención del hombre.

Los textos bíblicos del N.T., sobre la Trinidad son claros, numerosos y prácticos. Estudiaremos los principales:

§      La coexistencia eterna del Verbo (Jn 1:1)
§      El anuncio del nacimiento de Cristo (Lc 1:35)
§      El bautismo de Cristo (Mt 3:16 – 17). Esta era una de las pruebas más indiscutibles de la Trinidad.
§      La mención de las tres personas de la Trinidad que hace el mismo Cristo al comenzar su ministerio (Lc 4:17 – 21)
§      La relación entre el Padre y el Hijo (Jn 5:19 – 27; 14:23, “Vendremos y haremos morada”).
§      La forma en que Jesús oraba al Padre (Lc 10:21 – 22; Jn 11:41 – 42; Jn 17; Mt 26:39; Lc 23:34;46; Mt 27:46)
§      La distinción que Cristo hizo entre el Padre y El (Jn 5:30 – 32; 6:38; 7:16,28,29; 8:16: “Porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre”; 8:29,54; 9:4; 14:28: “Porque el Padre es mayor que yo”).
§      La distinción que Cristo hizo entre el Espíritu Santo y El (Mt 12:31,32: “La blasfemia contra el Espíritu Santo”; Jn 7:38 – 39; 14:16,26; 15:26; 16:7 – 8, 13; Hch 1:8).
§      La confesión de Pedro (Mt 16:16,17).
§      La Transfiguración (Mt 17:5).
§      La gran comisión y la fórmula bautismal (Mt 28:19 – 20).
§      El mensaje apostólico (Hch 2:32 – 33; 3:18).
§      La bendición apostólica (2ª Co 13:14). 
§      El testimonio de Juan (1 Jn 5:7).

15. Otras Referencias que Hablan de la Trinidad: (Gl 4:6; Ef 2:18; 2 Ts 3:5; Heb 9:14; 1 P 1:2; 1 Ti 2:5; 1 Co 15:27,28).

Si Dios no es una Trinidad, ¿Cómo explicar entonces, todos éstos pasajes que hablan del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como personas distintas pero a la vez unidas perfectamente?

La evidencia bíblica, tanto en el A.T. como en el N.T., hablan por sí misma. Dice muy claramente que existe un Dios Trino, y así es como actúa, no sólo en el ángulo de la creación, sino también en el de la redención.

La salvación, tal como la Biblia nos la presenta, es obra de las tres personas de la trinidad. Solamente un Dios Trino puede efectuar la salvación que la Biblia nos ofrece. Si Dios no es Trino, la salvación que vemos en la Biblia no puede ser una realidad. La realidad de nuestra salvación depende de que Dios sea tal como se nos presenta en las Escrituras: un Dios tripersonal (no unipersonal), que existe, vive y subsiste eternamente en tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.

La doctrina de la trinidad es de suma importancia para nuestra salvación.

1.       En la encarnación de Cristo, el Padre envía al Hijo. El Hijo toma la naturaleza humana. Y el Espíritu Santo efectúa la obra misma. (Jn 1:14; Lc 1:35).

2.       En el sacrificio redentor sobre la cruz, el Padre entrega al Hijo (Hch 2:23; Ro 8:32; 2 Co 5:19). El Hijo pone su vida y se entrega voluntariamente a sí mismo (Jn 10:17 – 18; 1 Ti 2:6; Heb 10:12). Y el Hijo lo puedo llevar a cabo “mediante el Espíritu Eterno” (Heb 9:14).

3.       En la resurrección de Cristo, intervienen igualmente las tres divinas personas: El Padre le levantó (Hch 2:24,32). El Hijo resucitó (Mt 28:6). Y esa resurrección se llevó a efecto por medio del Espíritu Santo (Ro 8:11).

4.       Finalmente, en la aplicación de la redención, el Padre nos elige (Ef 1:3,4; 1 P 1:2); el Hijo nos limpia con su sangre y nos justifica (1 Jn 1:7; Ro 3:24; 5:1); y el Espíritu Santo nos hace renacer y nos santifica (Jn 3:5, 2 Ts 2:13).


III.                ANALISIS BIBLICO – TEOLOGICO DE CADA UNA DE LAS PERSONAS DE LA TRINIDAD

¿Cómo es que tres personas pueden constituir un solo Dios verdadero?. Es una pregunta que nos deja perplejos a todos. Y no nos debe sorprender nuestra perplejidad, puesto que al considerar o estudiar la naturaleza interna de Dios, analizaremos una forma de existencia muy distinta de la nuestra.

Parte de nuestra dificultad para entender la doctrina de la Trinidad es la limitación de nuestro lenguaje. Por eso tenemos que volver la atención a los términos que usamos para acentuar el hecho de que no les damos el mismo sentido que cuando hablamos de nuestro experiencia cotidiana.

A.      EL TERMINO O CONCEPTO DE PERSONA

El primer término que nos sale al paso, al analizar el misterio de trinidad es el de “persona”, ya que hablamos de un Dios en tres personas. Es usual para nosotros pensar en persona como “ser físico” . La palabra “persona” del latín, tiene su trasfondo en “prosopón”, del griego, “un núcleo con características espirituales”. Es un centro perceptivo, o sea, de “darse cuenta”, de enterarse. En esta conciencia una persona se conoce a sí misma y se distingue de los demás, pero también se relaciona con otros.

Los pronombres “YO”, “TU”; “EL”, que la Biblia aplica a Dios, son pronombres personales que integran el concepto de “personalidad”.

El concepto de persona incluye tres elementos:

1.       AUTOCONCIENCIA E INTELIGENCIA

Por la que la persona se percata directamente de lo que ocurre en su interior. Así es como se conoce a sí mismo como existente, pensante, actuante, y con discernimiento para analizar y juzgar.

Si aplicamos a la Trinidad la autoconciencia, este elemento de la personalidad llega a un punto alto y sublime. Cada persona de la trinidad tiene conciencia, sabe quien es, y sabe también quién es cada una de las otras personas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se conocen y comprenden mutuamente en un grado infinito. (Jer 9:24; Jn 8:55; 10:15; 1 Co 2:11).

a.       El Padre tiene conciencia e inteligencia.
b.      El Hijo tiene conciencia e inteligencia.
c.       El Espíritu Santo tiene conciencia e inteligencia (Is 11:2).

2.       VOLUNTAD

Por la que la persona es dueña de sí misma y responsable de sus propios actos. Esto implica libre albedrío o libre determinación.

a.       El Padre tiene voluntad propia. Nm 23:19; Ef 1:11.
b.      El Hijo tiene voluntad propia. Jn 10:18; Stg 1:18.
c.       El Espíritu Santo tiene voluntad propia. 1 Co 12:11; Hch 16:6; Heb 10:15.

3.       SENTIMIENTO. Facultad efectiva y racional. Conciencia íntima que tiene de las actitudes.
a.       El Padre tiene sentimientos propios. Is 49:15; Jn 3:16; 15:9; Sal 78:56.
b.      El Hijo tiene sentimientos propios. Lc 10:21; Jn 11:3,35; 19:26,27; Sal 2:12.
c.       El Espíritu Santo tiene sentimientos propios. Ef 4:30; Is 63:!0; Jn 14:16.

Las facultades que las Escrituras atribuyen al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, demuestran claramente que cada una de las personas de la Trinidad es distinta a las demás; que en Dios subsisten tres personas realmente distintas, pero a la vez perfectamente unidas.


B.      LA DIVINIDAD DE LA TRINIDAD

El Credo de Atancio dice: “El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Y sin embargo no hay tres Dioses, sino un solo Dios”. Cada una de las tres personas de la divinidad es Dios verdadero, porque la Biblia atribuye a cada uno atributos o cualidades que pertenecen a la Deidad.

1.       El Padre es Dios, porque es omnipotente, omnipresente, omnisciente, eterno, inmutable, santo, etc. (Citas bíblicas)

2.       El Hijo es Dios, porque es omnipotente, omnipresente, omnisciente, eterno, inmutable, santo, etc. (Citas bíblicas)

3.       El Espíritu Santo es Dios, porque es omnipotente, omnipresente, omnisciente, eterno, inmutable, santo, etc. (Citas bíblicas)

Los atributos y las actividades que solamente se atribuyen a Dios el Padre, son dados también en la Biblia igualmente a Dios el Hijo y a Dios el Espíritu Santo. Las tres personas de la Trinidad tienen la misma gloria, la misma honra, y los mismos atributos.


IV.                ANALOGIAS O ILUSTRACIONES

Entendemos lo desconocido en términos de lo proviamente conocido. Comparamos lo desconocido con lo que ya sabemos, y esto nos da pautas para comprender nuevos conceptos. Así procede nuestro aprendizaje.

A través de la historia de la Iglesia se han ofrecido varias analogías para ilustra la Trinidad.

a.       Los tres estados líquidos del agua. El agua es una sola sustancias pero exiten tres formas: hielo, líquido y vapor. No hay tres aguas, sino una; cada una de las formas es agua verdadera y cada forma es legítima.

b.      La Naturaleza Tripartida del Hombre. Cuerpo, alma, espíritu. El hecho de que el hombre tenga una naturaleza tripartida, demuestra la imagen de un Dios tri – personal.

c.       Las Tres Ramas del Gobierno. Las tres distintas ramas – ejecutiva, judicial y legislativa – tienen una misma función y el gobierno es la combinación de las tres. No hay tres gobiernos, sino uno solo.

d.      Otras Ilustraciones: El Trebol – El Triángulo.

Es importante aclara que las analogías o ilustraciones comunes no nos bastan para entender la doctrina de la Trinidad; no son suficientes para ilustrar todo lo que es la Trinidad.

Sin embargo, puede aclarar nuestro pensamiento y abrir nuestro entendimiento.

Por eso las mencionamos. En conjunto disponen la mente para comprender un poco mejor la verdad de la trinidad.


V.                  RESUMEN Y CONCLUSIÓN.

Habiendo estudiado la doctrina de la Trinidad, vale la pena resumir lo que hemos estudiado. Será como una especie de conclusión a éstos estudios, que son esenciales para tener un concepto bíblico de Dios, a fin de que lo que pensamos sobre Dios corresponda a lo que El es realmente.

a.       Creemos que Dios es Trino, convencidos de que así Dios se autorrevela en la Biblia. Afirmanos, pues, la Trinidad, la Triunidad de Dios. Aunque la Trinidad es un misterio (en el sentido de que, aun después de sernos revelado, no podemos entenderlo a plenitud), sí podemos creerla y comprenderla en lo ensencial.

b.      No hay contradicción en afirmar que Dios es Trino y uno a la vez. Dios es, contra todo los modalismos, tres todo el tiempo y en cada momento. Contro todo triteísmo, afirmamos que Dios es Uno; nunca deja de ser uno, y nunca deja de ser tres. En persona Dios es tres: en sustancia es uno (Jn 5:7).
c.       La Personalidad y Deidad de cada una de las Tres Personas – Padre, Hijo y Espíritu Santo – se afirma claramente en las Escrituras. El Padre es una persona distinta al Hijo y al Espíritu Santo. El Hijo es una persona distinta al Para y al Espíritu Santo, el Espíritu Santo es una persona distinta al Padre y al Hijo. El Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios. Todas estas tres personas siempre han sido igualmente divinas. Nunca ha habido una alteración en la naturaleza Divina; siempre ha sido lo que es y lo que será.

d.      La Dificultad en Relación con la Doctrina de la Trinidad no está tanto en el conocer a Dios tal como se Revela, sino más bien en los Límites del Lenguaje Humano para Expresar lo que Podemos Conocer por la Revela ción de Dios. Podemos responder significativamente a lo que sabemps, pero no podemos explicar totalmente lo que sabemos.

e.       Dios se Presenta en la Biblia como Trino y a la vez como Uno, entendámoslo o no. “Si no hay más que una Esencia Divina ¿Por qué tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo?”. “Porque Dios se reveló así en su Palabra”.

CONCLUSIÓN

Hemos llegado al final de nuestro estudio sobre la persona de Dios. ¿Hemps agotado el tema?. De ninguna manera! Si en cualquier rama del conocimiento humano, luego de habermos enfrascado concentradamente en el estudio, términamos, casí sintiéndonos ignorantes a la luz  del amplio campo de investigación que nos resta, cuanto más en este caso en que el tema de estudio es Dios  y su revelación!.

En palabras de Spurgeon, el conocimiento de Dios es “la ciencia más elevada”.

Confiamos en que este estudio nos motive a conocer y a amar más al Señor, pues que, finalmente, la medida del aprovechamiento de estos estudios estará dada por la calidad e intensidad de nuestro amor a Dios.Como resumiera magistralmente San Agustín:

“Nos has hecho para ti, y nuestro corazón esta inquieto hasta que descanse en Ti”.
CAPITULO 3

LOS  ANGELES

INTRODUCCIÓN

Existe un mundo espiritual poderoso y de mayores recursos que el de los seres humanos (Sal 8:5; 2 P 2:11).

Las Sagradas Escrituras ponen en claro que lo sobrenatural es real, y  que hay un continuo conflicto entre fuerzas espirituales buenas y malas (Ef 6:12).

Los escritores sagrados descorren un poco la cortina y nos proporcionan un vislumbre de este mundo invisible, con el objeto de que seamos informados y advertidos.

BOSQUEJO

I.                    ANGELES
II.                  SATANAS
III.                DEMONIOS


I.                    ANGELES

A.      NATURALEZA

1.       Criaturas, es decir, los ángeles son seres creados. Fueron hechos de la nada por el poder extraordinario de Dios. No se nos informa la época exacta de su creación, pero sabemos que fueron creados antes que el hombre. (Col 1:16). Por ser criaturas, no aceptan adoración (Ap 19:10; 22:8,9) y el hombre, por su parte ha recibido orden de no adorarlos (Col 2:18).

2.       Espíritus Incorpóreos. Se describe a los ángeles como espíritus (Heb 1:7), poque a diferencia del hombre, no están limitados por las condiciones naturales o físicas. Aunque son esencialmente espíritus, tienen la capacidad de asumir la forma humana con el objeto de cumplir misiones divinas entre los hombres (Gn 18:1 –22; 19:1 – 3; Dn 10:5 – 14; Lc 1:26).

3.       Son Personas. El hecho de que sean espíritus no quiere decir que no sean personas. Se les atribuye los elementos básicos de la personalidad: Inteligencia (2 S 14:20); Voluntad (Gn 18:5; 19:3); sentimientos (Lc 15:10).

4.       Inmortales. No están sujetos a la muerte. Lc 20:36.

5.       Sin Sexo. Se describe a los ángeles como si fueran varones, pero en realidad son asexuales, es decir no tiene sexo. Mt 22:29 – 30.

6.       Numerosos. El número de los ángeles es inmenso: “Millares, millones”. Dn 7:10; Lc 2:13; Heb 12:22; Ap 5:11.

B.      CARÁCTER

1.       SANTOS. Separados por Dios y para él; están libres de pecado. Ap 14:10: “santos angeles”.

2.       OBEDIENTES. Los ángeles trabajan para Dios en obediencia a sus órdenes. Sal 103:20,31; 1 P 3:22.

3.       REVERENTES. 2 P 2:11; Jud 9.

4.       HUMILDES. No buscan reconocimientos personales, ni hacen alarde de su poder y gloria. 2 P 2:11; Jud 9; Ap 22: 8 – 9.

5.       PODEROSOS. Tienen un poder sobrenatural dado por Dios


C.      ACTIVIDADES

1.       Adoradores de Dios. Su actividad más elevada es la adoración a Dios. Neh 9:6; Heb 1:6; Ap 19:1.

2.       Mensajeros de Dios. El vocablo ángel significa literalmente “mensajero”. Por medio de los ángeles, Dios envió:

a.       Anuncios. Lc 1:11 – 20.
b.      Revelación. Dn 9:23; 10:21; Hch 7:23.
c.       Instrucción. Dn 4:13 –17; Mt 28: 2 – 6.
d.      Respuesta. Dn 10:12; Hch 10:3 – 4.
e.       Advertencias. Gn 19: 12 –13.

3.       Siervos de Dios y servidores de los hombres. Heb 1:14; Dn 6:22, Lc 16:22.

4.       Agentes de Dios. Se les menciona como ejécutores de los juicios de Dios. Gn 3:24; 19:13 –14; 2 S 24:16; Ap 8:2; 15:1; 18:21; 19:17.


D.      CLASIFICACIÓN

La Biblia nos revela que los ángeles están clasificados de acuerdo a su rango y actividad. Tal clasificación esta implícita en los siguientes textos: Ro 8:38; Ef 1:21; Col 1:16; 2:15.

1.       El Angel de Jehová. La forma como se describe al Angel de Jehová lo distingue de cualquier otro ángel. En las setenta veces en que aparece el Angel de Jehová (mal’ ak Yhwh) en el A.T., se le identifica con Dios mismo. El nombre de Jehová, es decir, su carácter revelado, está en él. Gn 16:11; 16:13; 18:2; 24:7; 31:11 – 13: 32:24 – 30; Ex 3:2 – 6; Lc 2:1; 6:11; 13:21 – 22. El poder de perdonar pecados le es atribuido a El. Ex 23:20 –23.  El es el fiel reflejo o la imagen de Jehová. Is 63:9. Jacob lo identificó con Dios mismo. Gn 32:20; 48:16. Recibe adoración, la cual sólo pertenece a Dios. Jos 5:13-15.

Así que de acuerdo a éstos textos podemos concluir lo siguiente:

a.       El Angel de Jehová ocupa una categoría única, y es totalmente diferente a los demás ángeles. No es simplemente un ángel más alto, ni siquiera el más alto. Por lo tanto, el Angel de Jehová es realmente un ser increado.

b.      El Angel de Jehová es Dios, sin embargo, también es distinguible de Jehová. Jos 5:14. Jehová le habla, y El le habla a Jehová. Zac 1:12 – 13; 1 Co 21:15 –19.

c.       El Angel de Jehová no otro que el Hijo mismo. Puesto que no se menciona el Angel de Jehová en el N.T., no hay duda que fuese una manifestación de la segunda persona de la Trinidad en el A.T.


2.       Los  Serafines (Is 6:2,6).

Sabemos muy poco de ellos. El nombre viene del hebreo “Saraf”, “quemar”, y significa “seres ardientes”. Se cree que constituyen el rango más elevado de los ángeles y que sus características distintivas son:

a.       Su amor ardiente hacia Dios.
b.      Declaran la Santidad y la Gloria de Dios.
c.       Rodean el Trono de Dios.


3.       Los Querubines (Gn 3:24; Ex 25:18 – 22)

El nombre viene vocablo hebreo “K’ruvim” que significa “bendecir, alabar, adorar”. Siempre están asociados con la santidad y la adoración a Dios; como también estan relacionados con los fines redentores y retributivos de Dios respecto al hombre. En Ez 1:10, se les describe simbólicamente con el rostro de un hombre, león, buey y águila. Esto sugiere que representan la perfección de las criaturas: Inteligencia humana, vigor de un león, servicio de un buey y majestad del águila.

4.       Los Arcangeles (1 Ts 4:16; Jud 9)

Miguel es mencionado como árcangel, o angel principal. Aparece como el ángel del pueblo de Israel. Dn 10:21; 12:1. La manera como se menciona a Gabriela indicaría también que es un árcangel que ocupa una posición elevada. Dn 8:16;  9:21; Lc 1:19.

Según estos textos podemos deducir que Gabriel es como el vocero principal de Dios para entregar mensajes importantes.

5.       Los Angeles Escogidos (1 Ti 5:21 )

No se nos da practicamente ninguna luz acerca de ellos, sin embargo, son aquellos que permanecieron fieles a Dios durantes la rebelión de Lucifer.


II.                  SATANAS

Satanás o el diablo, ha sido el tema de multitud de libros y discusiones por miles de años. Algunos niegan su existencia diciendo que Satanás no es sino una mera figura mitológica, miesdtas que otros parecen estar obsesiones con él, y lo ven detrás de toda cosa imaginable.

Ya que tenemos la firme convicción de que la Biblia es la revelación sobrenatural del Dios verdadero, correcta en todo lo que afirma, podemos ir a la Biblia para ver lo que nos dice en cuanto al diablo y sus planes.

Satanás es un personaje real. No es un invento de la imaginación ni un memro símbolo del mal. Tiene existencia propia. Tuvo un comienzo, está en operación ahora, y tendrá un final.

A.      ORIGEN (Is 14: 12 – 15; Ez 28:12 –19).

El origen de Satanás se remota al pasado distante. De acuerdo a las Escrituras, Dios creó una multitud de ángeles para que le sirvieran. En la jerarquía angelical había un ángel al cual se le había dado una posición prominente; su nombre era Lucifer (“porta – antorcha”) el más glorioso de los ángeles (Ez 28:12 – 14).

Nota Importante: Al leer los pasajes de Isaías y Ezequiel, surge una pregunta lógica: ¿Por qué se interpretan estos pasajes como una referencia al origen de Satanás, cuando están destinados a los reyes de Babilonia y Tiro?. Una de las respuestas más acertadas al respecto dice, que al estudiar otros textos que hablan acerca del carácter y las obras de Satanás, se concluye que los profetas inspirados por el Espíritu Santo descorrieron el velo del pasado lejano y revelaron el origen y la caída de Lucifer, lo cual guarda una total armonía con toda la doctrina sobre Satanás.

El hecho de que se haga referencia a los reyes de Babilonia y Tiro, es porque estos reyes actuaron con el mismo espíritu e intenciones de Lucifer, reclamando para sí en forma blasfema, adoración como si fueran seres divinos.


Lucifer, junto con todos los ángeles, estaban entonces en perfecta armonía con Dios. No había problemas. No existía pecado. Todo era perfecto y armonioso; hasta el día en que Lucifer decidió rebelarse contra Dios. Entonces apareció por primera vez en una criatura, el pecado (Ez 28:15). El pecado de Lucifer fue el orgullo, seguido por la ambición y la rebelación (Is 14:13 –14).

El pecado de Lucifer dio como resultado su caída y expulsión del cielo, junto con un grupo de los ángeles que se rebelaron con él (Is 14:15; Ez 28:16 –17; Jud 6; 2 P 2:4; Ap 12:9).

B.      CARÁCTER

El carácter de Satanás se describe en la Biblia por los nombres y títulos por medio de los cuales es conocido.

1.       Satanás (Mt 12:26).

Significa literalmente “el que se opone o adversario”, y revela sus planes e intenciones de obstaculizar y oponerse a los propósitos de Dios.

2.       Diablo (Jn 8:49).

Es una palabra griega que significa “el acusador o calumniador”. Se le denomina así porque acusa o calumnia tanto a Dios (Gn 3:2,4,5) como al hombre (Ap 12:10; Job 1:9 –11). El diablo busca causar daño tanto a la obra de Dios, como al hombre; utilizando toda clase de mentiras para alcanzar sus fines (Jn 8:44).


3.       Tentador (Mt 4:3)

Describe la manera sutíl para hacernos pecar, contra Dios.

4.       Destructor (Ap 9:11)

Del vocablo hebreo “Abadon” y del griego “Apolión”, que significa “uno que quiere establecerse como dios destructor” (Jn 10:10).

5.       Serpiente (Ap 12:9)

Este título hebreo nos recuerda cómo en el pasado, Satanás utilizó a la serpiente como instrumento para provocar astutamente la caída del hombre (2 Co 11:3).

6.       Princípe y dios de este mundo (Jn 12:31; 2 Co 4:4).

Estos dos títulos revelan su influencia en el sistema humano que está en oposición a Dios, del cual Satanás es su inspirador y líder.

7.       Princípe de la potestad del aire (Ef 2:1,2)

Los aires son el lugar preferido por Satanás para operar y llevar a cabo los planes contra la humanidad.

8. Beelzebú  (Mr 3:22,23)

“Señor del estiercol” o “señor de las moscas”. Expresa la suciedad e inmoralidad de la naturaleza de Satanás.

8.       Belial (2 Co 6:15)

Significa “inutilidad” o “falta de méritos”, y aquí se utiliza este nombre para designar al enemigo como la personificación de toda “inutilidad”.



C.      SUS  ACTIVIDADES

Satanás siempre está activo y sus obras están permanentemente en operación.

1.       Satanás se opone a Dios y su obra. 1 Ts 2:18.
2.       Obstaculiza el evangelio. Mt 13:19; 2 Ts 2:24.
3.       Enceguece y engaña a los hombres. 2 Co 4:4; Ap 20: 7 – 8.
4.       Busca destruir a los cristianos. 1 P 5:8.
5.       Actúa como ángel de luz. 1 Co 11:14.
6.       Se opone a las oraciones de los siervos de Dios. Dn 10:12,13.
7.       Lucha constantemente contra la Iglesia. Ef 6:12.

D.      SU MOTIVO

¿Por qué Satanás está tan resuelto a oponerse a Dios y destruir al hombre?. El señor José Husslein dice lo siguiente al respecto:

“Primeramente por su caída, desgracia y el destino final que le espera. En segundo lugar porque odia la imagen de Dios reflejada en el hombre. Odia nuestra naturaleza humana, que fue asumida por el Hijo de Dios. Odia el fin para el cual hemos sido creados. Ef 1:6. Odia la felicidad misma para la cual estamos destinados, porque él mismo la ha perdido siempre (Job 1:9 – 11). Pero sobre todo, no puede soportar el hecho de que Dios lo haya vencido por medio de un ”Hombre” (Col 2:15; Ap 5:5; 12:11).

E.      SU LIMITACIÓN

Aunque Satanás tiene poder, debemos tener en cuenta que ese poder es limitado y está sometido a Dios. No puede actuar, especialmente contra la Iglesia y los própositos divinos, sin el permisdo y la autorización de Dios (Job 1:12). La Iglesia, como cuerpo y embajadora de Cristo en la tierra, tiene autoridad sobre Satanás, por el hecho de la victoria redentora de Cristo (Ef 1:19 –22; Ap 12:!1; Lc 10:18 –20; Stg 4:7)




F.      SU DESTINO

En el principio Dios predijo y decretó el destino final de Satanás. Gn 3:15. La himillación de la serpiente hasta el polvo fue un cuadro profético de la derrota final de “la serpiente antigua”. Gn 3:14. La carrera del diablo ha sido ciertamente hacia abajo, descendente. Esta viviendo con tiempo prestado.


III.                DEMONIOS

La Biblia no sólo enseña la existencia del diablo, sino también la de una gran compañía de seguidores más conocidos como demonios o espíritus malignos. Igual que Satanás, estos demonios fueron creados ángeles perfectos, santos, pero juntamente con su líder, se rebelaron, pecaron y fueron arrojados del cielo. 2 P 2:4; Jud 6.

Las Escrituras revelan que los demonios tienen ciertas características, entre las que se encuentran las siguientes:

a.       Los demonios son espíritus incorpóreos. Ef 6:12. No tienen cuerpo físico o material.

b.      Los demonios están organizados. Col 2:15; Ef 6:12.

c.       Los demonios tienen poderes sobrenaturales. Ap 16:14.

d.      Los demonios tienen conocimiento de Dios. Mt 8:29; Stg 2:19.

e.       Pueden causar enfermedades físicas y mentales. Mt 9:32,33; Mr 5:2 – 5.

f.        Se les permite andar por la tierra y atormentar a los hombres. Mt 12:43 – 45.

g.      Los demonios son los autores de las falsas doctrinas. 1 Ti 4:1.

h.      Los demonios pueden controlar o posesionarse de los seres humanos. Mr 5:1 – 20. La Biblia muestra claramente que existe la posesión demoniaca. Del relato del endemoniado gadareno, conjuntamente con otros ejemplos, podemos hacer un bosquejo de los fenómenos y los efectos que se pueden observar de la posesión demoniaca.

1.       Cambio de la personalidad, que incluye la inteligencia, el carácter moral, la conducta y el aspecto.

2.       Cambios mentales:

-         Glosolalia: Comprensión de idionas desconocidos (el falso don opuesto al don de lenguas).
-         Conocimiento Preternatural.
-         Poderes Psíquicos y Ocultos.

3.       Cambios espirituales, blasfemia contra todo lo divino y reacción ante la Palabra, el nombre de Cristo y la Oración.

4.       Cambios físicos

-         Fuerza sobrenatural.
-         Convulsiones, espumarajos.
-         Síntomas catatónicos, caídas.
-         Ofuscamiento mental.
-         Insensibilidad al dolor.
-         Cambios de la voz.

i. Liberación en el nombre de Cristo y por medio de la Palabra y la oración. Mr 16:17; Mt 17:21.